San Miguel
Exclusivo de NOVA

El Centro Barrial Papa Francisco, un bastión contra las adicciones en San Miguel

NOVA dialogó con Paula Medina la directora del Centro Barrial Papa Francisco para conocer en detalle la tarea que llevan adelante y cómo la cumplen.

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA

En el noroeste del Conurbano se encuentra la localidad de San Miguel, uno más de los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires, tiene su sede el Centro Barrial Papa Francisco (en Tomás Edison 3557) Perteneciente a la Red de Hogares de Cristo, el lugar está abierto a la comunidad para ofrecer acompañamiento a jóvenes humildes del barrio que tienen la firme y decidida voluntad de dejar la droga.

NOVA dialogó con Paula Medina -su directora- para conocer en detalle la tarea que llevan adelante y cómo la cumplen. "Acompañamos a personas en situación de consumo" cuenta Paula, agregando que el acompañamiento comunitario que se brinda, principalmente está dirigido "a personas que por lo general son del barrio, que vienen pidiendo ayuda".

En cuanto a la forma en que llegan, cuenta la directora que "tenemos casos que vienen directamente en forma voluntaria, que nos conocen a partir del estar en el barrio", pero "también tenemos un convenio con lo que es Servicio Local, que es el área de Centro de Desarrollo Social de San Miguel".

En ese caso "es un servicio que se ocupa de la protección al menor, entonces cuando hay madres en situación de consumo" a través del cual la Municipalidad "articula con nosotros para que nosotros podamos acompañar a estas madres, para que hagan un proceso de recuperación y puedan revincularse con sus hijos".

El proceso de recuperación se puede iniciar en forma personal o por vía telefónica. El primer acercamiento es una primera entrevista en la que se aclara que "nuestro acompañamiento es ambulatorio" y que no siempre es aplicable "a todas las historias, a las personas que asisten". Para el caso que el Centro no pueda ofrecer la solución que necesita la persona, "sí acompañamos a encontrar el dispositivo acorde".

El valor de la confianza

Medina enfatiza que al tratarse de un tratamiento ambulatorio, trabajar con el paciente sobre el valor de la confianza es algo fundamental, como también lo es que la persona esté persuadida de la necesidad de curarse: "es muy importante que la persona tenga la voluntad de hacerlo". A partir de esa convicción "nosotros trabajamos con talleres psicoeducativos" lo cual implica tenerlos ocupados en tareas de aprendizaje para evitar que el ocio los devuelva al lugar equivocado.

Dado que el Centro trabaja de 10 a 17 horas, el sistema requiere un alto grado de compromiso del paciente. Después del horario de cierre, el entorno de la persona es decisivo para el éxito de mantenerse limpio. "El centro cierra a las 5 y después queda una tarea de la persona con su familia de poder cuidarse dentro del ámbito de afuera, que creo que es lo más complejo" nos dice Medina.

Ante nuestra pregunta sobre qué pasa cuando hay recaídas, "si bien nosotros no vemos el momento del consumo, sí podemos empezar a detectar cuándo se viene una recaída", entonces "sobre todas esas cuestiones es las que nosotros trabajamos" sin juzgar a la persona, si no reforzando en los puntos que aún no logra asimilar para alejarse de la conducta adictiva.

Trabajar sobre las emociones

NOVA quiso saber: ¿Cómo son los talleres? ¿De qué se ocupan? Es un enfoque tripartito: "Tenemos una parte psicológica, la parte espiritual y la parte social" dice Medina. "Tenemos taller de adicciones y taller de emociones, porque la adicción está muy vinculada a lo emocional, y para poder entender por dónde pasa la enfermedad tenemos que aprender a descubrirnos y descubrir qué emociones nos atraviesan".

Pero también se trabaja en un taller de cocina "donde enseñamos cocina dulce, que es una preparación más para el armado de algún proyecto". Gracias a ese taller hay varios chicos que aprenden a hacer "panes, pasta frola y budines" lo cual les sirve para tener un oficio. "Los días miércoles estamos ubicados dentro del predio de la capilla San Alonso Rodríguez, entonces avisamos vamos a vender". Incluso tienen clientela fija, que compra con la intención de colaborar.

"El cambio positivo es contagioso"

Buscando el final, le pedimos a Medina que cuente una historia de las tantas que conoció en el Centro. Nos cuenta que hace dos meses le impactó recibir a una persona, conocida en el barrio por protagonizar hechos delictivos. Si bien al principio hubo algunas dudas, con el correr de los días el cambio se hizo evidente. La semana pasada, al término de una misa, esta persona, emocionada, le dijo: "pensar que hace un tiempo atrás mi vida era otra y hoy estoy cantándole a Dios". Pero la recuperación no queda en él, porque invitó a un amigo a seguir sus pasos, "contagiar a otros este nuevo estilo de vida".

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