En ese sentido, agentes federales de la División Operaciones Judiciales de la Superintendencia de Asuntos Internos e Inspectoría General, peritaron aparatos telefónicos secuestrados a imputados en la causa primigenia por infracción a la ley 23.737 (ley de drogas), donde se observaron mensajes de WhatsApp, cuyos contenidos hicieron presumir que los imputados tendrían algún tipo de protección por parte de integrantes de las fuerzas de seguridad. De esa manera, y luego de una investigación, fue identificado uno de los autores.

Fuentes policiales indicaron que, además, se pudo determinar un dato no menor y un patrón común en lo que respecta al agendado de aquellos contactos que se inferirían serían policías infieles, notándose que todos ellos utilizaban para ocultar su verdadera identidad el seudónimo de “Tío”, así como también que la organización narco se nutría de información reservada al ámbito policial y judicial, para lograr operar con total impunidad y sin trabas.

Una vez identificado el funcionario policial implicado, se solicitó a S.sa, pedidos de allanamiento y detención, arrojando como resultado el secuestro de gran cantidad de equipos celulares, notebooks, su arma reglamentaria, dinero en efectivo, una bolsa con los efectos personales de un detenido, dos vehículos, sobres cerrados y firmados que poseían rótulo de “Evidencia secuestrada”, los que según detalle contenían 228 gramos de cocaína y el otro una balanza, como así también documentación de interés para la causa.

El acusado fue aprehendido y quedó a disposición del magistrado interventor.