San Miguel
Ocurrió en el Hospital Raúl Larcade

Indignación en San Miguel por la confusa muerte de un bebé

Las autoridades del Hospital municipal se desligan de toda responsabilidad relativa al fallecimiento del niño.

Vecinos de la localidad bonaerense de San Miguel se encuentran indignados a raíz de la muerte de un pequeño de sólo 7 meses de edad, ocurrida este fin de semana en el Hospital municipal.

El bebé había ingresado al establecimiento con una afección respiratoria y a las pocas horas, inexplicablemente falleció. Sus familiares responsabilizan a las autoridades del Hospital por el fatal desenlace.

El pequeño Bastián Ezequiel Alegre ingresó al Hospital Raúl Larcade el sábado 9 de diciembre, a las 22.45, en brazos de su mamá Oriana. Según explicó Laura, la tía del bebé, “estaba con broncoespasmo y agitado, entonces lo llevó al hospital. Apenas llegaron le colocaron suero al bebé, y luego incrementaron la dosis”. Posteriormente, “una doctora le hizo unas placas y los resultados dieron bien, pero luego nos dijeron que estaba grave”.

Pasaron largas horas de incertidumbre, en las que el personal se mantuvo en silencio con respecto a la salud del niño, salvo en algunas excepciones, cuando las autoridades se dirigieron a madre de Bastián para preguntarle: “¿Vos qué le diste?”, “Le diste yuyo”, acusaciones hechas en muy mal modo, comentó Laura.

Asimismo, Ramón, abuelo de Bastián, expresó que “sospechamos que el nene fue sobremedicado. Pero nadie nos brindó una respuesta, ellos le decían a mi hija que le había dado algo, pero ellos fueron los culpables porque el nene estaba bien”.

Por su parte, con respecto a la posibilidad de que los médicos hayan cometido un exceso en el suministro de fármacos, Oriana dijo que cuando se lo dejaron ver, “el nene estaba todo hinchado”.

A varios días del fallecimiento, la familia aduce que no ha recibido respuestas concretas ni muestras de contención por parte de las autoridades actuantes, y exigen justicia, mientras evalúan los pasos a seguir legalmente.

Este martes por la mañana, poco después del entierro del bebé, las autoridades del hospital dieron a conocer un parte médico en el que señalan que “el niño ingresó con cuadro agudo de deshidratación, fiebre, vómitos y diarrea en muy mal estado general”. Y agregan que el paciente “experimentó cuatro paros cardiorrespiratorios que no logró soportar”, y debido a que no se llegó a “un diagnóstico y por el sorpresivo fallecimiento, se solicitó la intervención policial para esclarecer las causales de muerte”.

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